De acuerdo con el sacerdote Alejandro Solalinde, los padres de los normalistas tuvieron versiones de lo que habían sucedido con ellos, pero nunca se mencionaron Cocula, como lo hicieron las autoridades. Foto: AFP
CIUDAD DE MÉXICO.
La secuencia de hechos con la cual la Fiscalía General de la República (FGR) reencauzó el caso Ayotzinapa, es una mezcla de “nuevos testimonios” y “datos viejos”, que permite seguir pistas y cruzar información, sin contaminar las pruebas que lleven a la verdad sobre el paradero de los 43 normalistas.
Los padres de los estudiantes abrazan la idea de que la eventual captura y posterior testimonio de Tomás Zerón de Lucio, exdirector de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), clave de mar para conocer, después de casi seis años, el paradero de los jóvenes.
Creemos, por todo lo que hizo Zerón de Lucio como jefe de la investigación criminal: el armado de los expedientes, la tortura y, principalmente, como evidencia, los restos que supuestamente encontraron cuando llevaron a uno de los delincuentes al río San Juan, que corresponsal al joven Alexander Mora Venancio y que nadie sabe de dónde salió, solo él porque fue el encargado de hacer todo ese montaje ”, dijo un Excélsior Felipe de la Cruz, uno de los voceros de los padres de los 43 normalistas desaparecidos.
La incineración de algunos de los normalistas en el basurero de Cocula, como base de la llamada «verdad histórica» que formuló la desaparecida Procuraduría General de la República, fue combatida y anulada en la investigación de la FGR, aunque parece un hecho que algunos de los estudiantes sí fueron calcinados, pero no en ese lugar que se convirtió en emblemático.
El primero en dar la versión de la incineración de todos los normalistas fue el sacerdote Alejandro Solalinde. Ocurrió el 17 de octubre de 2014, 20 días después de la desaparición de los normalistas.
Vía telefónica, el religioso hizo un recuento de cómo y desde cuándo había recibido información en ese sentido. Dijo que en seis ocasiones tuvo versiones del tema.
Solalinde cuenta cómo le dijeron padres de cuatro normalistas desaparecidos lo que sabían de los hechos. Aunque nunca se mencionó el basurero de Cocula.
Padre, nosotros sabemos bien lo que pasó con nuestros hijos: los quemaron. Pero si nosotros decimos eso, que ya están muertos, se va a parar todo y nuestros hijos van a dejar de ser desaparecidos para convertirse simplemente en asesinados, y ahí se acaba todo, no queremos eso, queremos que cada día se cuente como que están desaparecidos y nuestra lucha continúe. Yo entendí perfectamente la estrategia de ellos; mientras seguía esa estrategia, porque el Estado había desaparecido, cada día que pasara y no se encontrara a los estudiantes, se iban a movilizar en todos los lados, dentro y fuera de México, como fue después ”.
Pese a las últimas investigaciones ministerialesLos padres de los estudiantes desaparecidos aún no saben si se ha identificado un sitio o sitios donde podrían estar.
Solalinde dijo que la versión de la PGR de la incineración en el basurero de Cocula «siempre fue una mentira». Dijo que él fue el primero que detectó la cremación de alguno de los normalistas, «y salió cierto, porque Tomás Zerón hizo su montaje y trataron de hacer creer lo que no es».
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