Las gemelas siameses de seis años Eva y Erika Sandoval fueron noticia en diciembre de 2016 por la razón más increíble: las adorables niñas de California se sometieron a una cirugía de 17 horas en el Lucile Packard Children’s Hospital Stanford para separar sus cuerpos.
Los gemelos nacieron unidos en el esternón, el diafragma, el hígado, la pelvis y la tercera pierna.
Las niñas tenían solo un 30% de posibilidades de sobrevivir al nacer. Pero Aida, la madre de las gemelas, decidió que el riesgo de dar a luz a Eva y Erika valía la pena.
Según CNN, «la tasa de supervivencia general de los gemelos unidos es de entre el 5 y el 25 por ciento, y alrededor del 75 por ciento de las separaciones quirúrgicas dan como resultado al menos un gemelo que sobrevive».
No solo eso, sino que el cirujano Gary Hartman estaba particularmente preocupado por Erika porque era mucho más pequeña que su hermana.
«Cuantas más calorías le dábamos, más grande se volvía Eva», le dijo a Fox.
Observe lo que sucedió después de la cirugía histórica. Es nada menos que milagroso, porque estas chicas están prosperando hoy.