Bertín Osborne, a sus 69 años, se encuentra en el centro de la atención mediática, eclipsando su regreso a los escenarios con la controversia sobre el reciente nacimiento de su hijo con Gabriela Guillén. A pesar de la alegría que debería acompañar la llegada del nuevo miembro a la familia, Osborne rechaza asumir su papel de padre.
El artista enfrenta también una difícil batalla contra las secuelas del COVID-19. Después de padecer la enfermedad por segunda vez, Osborne revela en un comunicado en redes sociales que se enfrentó a uno de los peores momentos de su salud. «No tengo recuerdo de haber estado tan mal«, confiesa el intérprete de rancheras.
«Tengo que deciros que me ha costado la misma vida. Tanto para haber estado siete u ocho días metido en la cama, que no podía levantarme del cansancio horroroso que tenía. Este covid que he tenido, que ha sido el segundo, ha sido infinitamente peor. No estoy al cien por cien, pero os prometo que voy a estarlo», explica el artista.
A pesar de su frágil estado de salud, Bertín Osborne se compromete a no defraudar a sus seguidores y anuncia su participación en un concierto programado para el 4 de febrero en Alicante. El cantante, afectado por la enfermedad, pide disculpas por cambiar la fecha del evento y asegura que dará lo mejor de sí en el escenario. Sin embargo, las dudas persisten sobre su capacidad para enfrentar este compromiso.
Lee también
Este regreso a los escenarios marca el debut público de Osborne tras convertirse en padre nuevamente, un hecho que ha generado especulaciones sobre posibles referencias o indirectas en su actuación. El cantante ha utilizado estrategias similares en el pasado, utilizando sus presentaciones para expresar sus opiniones o comentarios sobre situaciones personales.