Para Italia «se prefigura una caida del 15% de la actividad económica, de una profundidad jamás registrada en la historia de la República», afirma un estudio técnico parlamentario. Naciones Unidas verdadero desplome en el primer semestre del año como consecuencia de la cuarentena y las medidas restrictivas aplicadas para combatir la epidemia del coronavirus.
La paralización de gran parte de las actividades económicas ha producido una enorme caída de los consumos, que fue del 31,3% en marzo, y de la demanda interna en general. Esto obliga a poner en tensión máxima el sistema de bienestar social que obliga al Estado a pagar por el sistema de Caja Integración el sueldo recortado de millones de trabajadores sustituyéndose a las empresas en dificultad.
El informe parlamentario destaca que la «explosión» del pago de las horas de trabajo representa el triple de los valores abonados durante la crisis de 2009.
La situación se agrava porque a la crisis de los factores económicos «se acuerdan las variables sociales y sanitarias», que se extienden por toda la sociedad italiana «, debido a la epidemia del Convid-19 que ha afectado ya más de 24 mil muertos.
La gravedad es solo comparable en tiempos de paz “a la gran depresión de 1929”, que de Estados Unidos se extiende por una década al resto del mundo hasta que llegó la Segunda Guerra Mundial.
La autoridad parlamentaria de las cuentas públicas recuerda que Italia fue el primer país europeo embestido por la pandemia fuera de China. La emergencia sanitaria, “ha requerido adoptar medidas de prevención sin precedentes basadas en el distanciamiento social, que están produciendo sus efectos sobre la difusión de la epidemia, pero con fuertísimos costos económicos«.
«En algunos sectores como el turismo, la restauración, el comercio al detalle, los transportes y la logística, la actividad se ha reducido hasta casi anular».
El estudio parlamentario señala que si no hay otras oleadas de la epidemia en los próximos meses, una recuperación«.
Un subsidio de 600 euros mensuales a los autónomos fue pagado por el sistema bancario, pero no está ocurriendo lo mismo con los pagos de las horas de Caja Integración a millones de trabajadores fijos de las empresas. Tampoco se han materializado los préstamos a los pequeños empresarios que van a los bancos a pedir ayuda, los abogados por la crisis, el acuerdo con los anuncios de millas de millones de euros de ayuda que ha hecho el gobierno.
La paz social, en riesgo
La ministra del Interior, Luciana Lamorgese, solicitó en el Parlamento poner lo más rápidamente posible el dinero en manos de las empresas y las familias «, preocupada por el mantenimiento de la paz social. Dijo también que temía, si no se actúa rápidamente en la erogación de los actos públicos la infiltración de las mafias y la criminalidad común.
Lamorgese dijo que ya no son 65 mil sino 120 mil las empresas que están trabajando sin permiso, con una autocertificación a los prefectos en cada provincia, en la que sostienen realizar tareas “esenciales” funcionales a las áreas productivas vitales del país.
La central empresarial Confindustria reclamó continuamente que el Estado y el sistema bancario aseguraron la liquidez de las empresas. El nuevo presidente de los industriales, Carlo Bonomi, señaló como ejemplo la necesidad de que el Estado «pague sus propias deudas con las empresas o que permita compensar las deudas con los créditos».
Se espera que el Estado por decreto disponga de inmediato abonar treinta mil millones de euros por deudas con las empresas.
Roma, corresponsal